Mi
mente, deseosa,
recuerda la textura de tu piel,
haciendo que de pronto la soledad me corrompa,
apoderándose de mí,
haciéndome doler.
Las noches sin tu voz,
son un continuo ardor,
y mi vida un tono gris,
entre millones de colores sin nombre.
Extraño tu amor,
te extraño a vos,
más que nunca,
te extraño…